Sabemos que estás estudiando a tope y que el camino de la opo muchas veces se te hace cuesta arriba. Por eso, para darte un extra de motivación, vamos a hablar hoy de los tipos de incendios a los que te enfrentarás cuando hayas conseguido tu casco. 

¿Te imaginas tu primera salida? ¡Seguro que sí! Mantener el ánimo no es fácil, así que ponerte en la piel de tu yo del futuro puede ser una buena estrategia. ¿Qué tipos de incendio hay? ¿Cómo se apaga cada uno de ellos? Veámoslo en este artículo.

Tipos de incendio a los que te enfrentarás

Uno de los primeros aprendizajes que tiene que llevar a cabo cualquier persona que quiera presentarse a las opos de bombero es conocer los tipos de incendio que existen. ¿Por qué? Fácil. Saber a qué fuego te enfrentas es esencial para que puedas apagarlo correctamente. 

De sus características va a depender la manera en la que el equipo sofocará el fuego. Y estas, a su vez, están relacionadas con el tipo de material que está ardiendo, es decir, con el combustible del que se está alimentando el incendio. 

En general, los incendios se clasifican en 5 tipos: 

• Clase A: provocados por la combustión de madera, cartón, papel, tejidos, plástico, basura o neumáticos. 

• Clase B: causados por la combustión de líquidos, como el combustible, el queroseno o el aguarrás. 

• Clase C: se producen a causa de la combustión de gases. 

• Clase D: provocados por aluminio en polvo, lana de acero, magnesio, etc. 

• Clase F: el aceite de cocina. 

Veamos a continuación en qué consiste cada uno de ellos, y cómo sofocarlos. 

Incendio clase A: qué es y cómo se apaga

¿Alguna vez has encendido una cerilla? ¿Has estado disfrutando de una barbacoa con tus amigos o tu familia? ¡Enhorabuena! Has provocado un incendio clase A. Este tipo de fuegos se generan cuando tenemos en combustión elementos sólidos, como la madera, el papel, la basura, etc. 

La mayoría de ellos se encienden intencionadamente con algún fin. No obstante, también puede ocurrir un accidente y que se provoque sin querer. Por suerte, se trata de un incendio relativamente fácil de controlar. 

¿Cómo apagar un incendio clase A?

Para apagar este tipo de fuegos, existen extintores específicos: los de clase A y ABC. Son extintores que están pensados para enfriar la superficie, rebajando la temperatura y logrando así controlar el incendio. 

• Extintores clase A: están compuestos en su mayoría por agua, que se ocupa de reducir la temperatura de la superficie y, por lo tanto, impedir que se produzca la reacción química del fuego. 

• Extintores ABC: interrumpen la reacción química del fuego gracias a su espuma química.

¿Cómo es un incendio clase B?

El fuego tipo B es aquel que ha sido provocado por algún tipo de líquido inflamable, como por ejemplo el combustible, el alcohol, o la gasolina. No ocurren con mucha frecuencia, pero sí pueden producirse incendios tipo B en aquellos lugares donde se almacenan este tipo de líquidos, por ejemplo, gasolineras. 

Cuidado con el agua si es clase B

El problema de este tipo de líquidos es que no se mezclan con agua. Por eso, si utilizamos un extintor clase A para apagarlos, corremos el riesgo de extenderlos y hacerlos mucho más grandes y potentes. 

En estos casos, se recomienda un espumógeno de clase B, así como extintores de clase ABC. Este tipo de elementos de extinción se ocupan de sellar el incendio, evitando que los vapores expulsados provoquen su aumento.  

¿Qué es un fuego clase C?

Determinados gases, a alta temperatura, pueden provocar un incendio. Estamos hablando de gases como el metano, e incluso el gas natural que tenemos en nuestras casas. Por eso es especialmente importante tener cuidado, y tratar de identificar cualquier fuga lo antes posible. También puede ocurrir con el gas butano o el gas propano. 

Cómo extinguir un fuego clase C

Al igual que ocurría con los fuegos anteriores, la mejor solución en estos casos es un extintor tipo ABC. También se puede usar un extintor de CO. El objetivo es eliminar la reacción química del fuego, así como el oxígeno del que se alimenta.

Incendio clase D: en qué consiste

Llamamos incendio clase D a aquel que ha sido provocado por un metal que ha alcanzado altas temperaturas. Esto suele ocurrir sobre todo en fábricas o cadenas de producción. No es habitual que tengan lugar en hogares y otros entornos, pero sí que hay que tener cuidado en zonas industriales. 

¿Cómo lo apagamos?

Para este tipo de incendios, se recomiendan extintores de polvo seco. Son los más utilizados porque son útiles para muchos tipos de incendios. Los agentes químicos que contienen se ocupan de interrumpir la reacción en cadena que está provocando el fuego.

Los incendios clase F: muy habituales en los hogares

¿Alguna vez te has dejado una sartén con aceite en el fuego? Esperamos que no, pero si es así, sabrás que el aceite, a altas temperaturas, prende facilmente. Y que es un error, además, echarle agua por encima. ¿El resultado? El fuego se hará muchísimo más fuerte, y se extenderá allá por donde salpique. 

¿Cómo apagar un fuego de este tipo?

¿Si no puedo usar agua, cómo lo sofoco? En primer lugar, es esencial que apaguemos la fuente de calor. Después, lo ideal sería utilizar un extintor químico húmedo. Estos son los más eficaces cuando se trata de incendios provocados por aceite y otras grasas. 

No obstante, si estamos en casa y no disponemos de un extintor, lo más recomendable es que tratemos de eliminar el oxígeno que lo está alimentando. Para ello, podemos cubrir la sartén con una tapa, siempre y cuando sea pequeño y puedas hacerlo sin que entrañe ningún riesgo. 

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